Cuando una mujer llega a los 40 comienza a sufrir una pérdida de masa ósea, su metabolismo se vuelve más lento, aumenta su retención de líquidos y sufre cambios menstruales que llevan a la reducción de la producción de estrógenos. Todos estos ajustes hormonales por los que pasa el cuerpo se reflejan en la piel …
